Eva María, a las tantas de la madrugada, ha recibido un tajante mensaje de Alejandro, su único hijo: debe entrar en su habitación y buscar en un cajón cerrado con un candado un documento que necesita para la Universiad americana en la que estudia. Urgente,es "ya, ahora, sin perder un instante, mamá". Alejandro, que conoce muy bien a su progenitora, le advierte de que no caiga en la humana tentación de hurgar en sus cosas. Eva María promete a su hijo cumplir a rajatabla su cometido, pero una vez inmersa en el encargo... ¿Quién está libre de pecado?
Toni Acosta brilla derrochando naturalidad, frescura y una admirable vis cómica. Un texto lleno de matices, rico, irónico e inteligente.