...Y llegó la fiesta.
Ha pasado tiempo, pero están de nuevo juntos, celebrando. Dejando atrás los miedos y las limitaciones, desplegando cada cual sus encantos, que son muchos, auténticas proezas. Cinco diábolos bailongos, un bosque de cuerdas, un duelo de bicis, un helicóptero con pies y manos, una pelotas con mucho ritmo. Hay quien vuela alto y hay quien se echa al suelo para esquivar unos malabares despiadados. Una buena fiesta con música y un ilustre y misterioso homenajeado. Un reencuentro con momentos inquietantes, divertidos, aburridos y desconcertantes.
Un espectáculo coral que sitúa a los personajes la mayor parte del tiempo en escena, dando pie a novedosas combinaciones entre técnicas y artistas.